miércoles, 9 de octubre de 2013

El misterio del símbolo del Caduceo de Hermes Trimegisto



Vamos a develar el misterio que encierra el símbolo del Caduceo de Hermes Trimegisto:
Ante todo voy a aclarar que utilizaré un lenguaje muy sencillo, a la alcance de todos los niveles de formación.

La idea es que este conocimiento lo puedan entender, comprender y aplicar.
Para ello voy a comenzar describiendo qué representa cada parte del símbolo.
Este conocimiento se me fue otorgado a muy temprana edad. 

Vamos a observar el símbolo detenidamente de abajo hacia arriba.





Las partes que componen el símbolo son:

·         Un bastón

·         Una bola o esfera en la parte superior

·         Dos serpientes enroscadas en el bastón

·         Un par de alas en la parte superior del bastón



El bastón simboliza la columna vertebral desde el hueso sacro hasta la última vértebra cervical, dentro de ella la médula.



La bola o esfera simboliza el cráneo, dentro del cual ambos hemisferios se han convertido en uno solo a partir del trabajo que explicaré más adelante, es un cerebro con los hemisferios unificados.



Las dos serpientes representan la fuerza vital en sus opuestos complementarios. El yin y el yang.



Las alas simbolizan la capacidad de volar, y volar es despegarse del suelo, subir, elevarse, evolucionar, comprender, adquirir poder, control y sabiduría.



¿Cuál es el objetivo del trabajo con este símbolo?



Este símbolo representa la manera en que podemos transmutar, transformar,  hacer alquimia de nuestro fuego sagrado, nuestro motor vital (instinto, sentido de supervivencia, raíces ancestrales) que se aloja en el hueso sacro, para convertir esta energía en luz y sabiduría.



Y el trabajo consiste en lo siguiente.



Sentados de manera cómoda, con la columna recta, imaginamos nuestro hueso sacro como un triángulo de color rojo con el vértice hacia la tierra.



Podemos repetir una frase para enfocar nuestra atención en la intención de subir la energía alojada en el hueso sagrado por dentro de la columna vertebral para hacerla llegar hasta la última vértebra cervical.



Mientras inhalamos  y pensamos en la frase “médula a la lengua” imaginamos, esa energía roja subiendo por dentro de nuestra columna vertebral. En ese momento aparece la imagen de las serpientes que representan las fuerzas complementarias que suben por dentro de la columna igual que el mercurio en un termómetro. En un trabajo más avanzado también suben por fuera y enroscándose en la columna. Pero vamos con el trabajo más elemental.



Este ejercicio hay que hacerlo con prudencia, genera cambios, es posible que sintamos calor, y algo de malestar las primeras veces. Estamos empezando a limpiar nuestro canal de luz, que es nuestra columna vertebral representada por el Bastón del símbolo del Caduceo. Imaginen un tubo lleno de basura que fuimos juntando durante años, que nos producía enfermedades, cansancio, irritación, malestar, insatisfacción. Imaginen ahora que esta energía que empezamos a subir empieza a combustionar, quemar toda esta basura. Esto puede ser un cambio muy radical… por eso hay que ir despacio, con calma, con cuidado.



Cuando inhalamos podemos  apretar o cerrar conscientemente los esfínteres para concentrar mayor energía y los abrimos cuando sentimos que toda la energía llegó hasta la nuca, antes de entrar a la cabeza.



Después de varias inhalaciones, con las cuales imaginamos la energía subiendo como la lava de un volcán por dentro de nuestra espalda, cuando sentimos que hemos llegado a la altura de la nuca, imaginamos que introducimos esa energía a la cabeza, visualizando un solo hemisferio de color dorado. Hemos transmutado la energía de fuego en luz. La tierra llegó al cielo, nuestra energía vital se transformó de calor y fuerza en luz y sutileza.



Una vez que sentimos la energía dentro de la cabeza, colocamos la punta de la lengua en el paladar y ahora con cada exhalación vamos a imaginar que esa luz dorada empieza a bajar saliendo del tercer ojo, igual que la imagen del bastón de un pastor, como si fuese una J al revés, hacemos que la energía pase por delante de nuestro rostro y tórax y en prácticas más avanzadas directamente por dentro, seguimos exhalando con los esfínteres relajados hasta percibir que esta energía transformada se aloja en el plexo solar, sitio alrededor del ombligo. Ese lugar es nuestro reservorio de energía transmutada, es energía de sanación, es energía amorosa. Mientras más practiquemos este ejercicio, que es meditar, más energía roja vamos a transformar en energía sutil y elevada, de color dorado. Mientras nuestro Hara, o zona del plexo solar se va llenando de energía transmutada, esta energía transformada va subiendo nuevamente para instalarse en el Chakra cardíaco, en el corazón. Es entonces que entran en acción las alas, nuestro cerebro ya no es un cerebro rudimentario e instintivo sino es un espacio de elevación y sabiduría, un templo de comprensión y la energía transmutada saldrá directamente de nuestro corazón y de nuestro tercer ojo, situado entre ambas cejas,  pudiendo así vincularnos con todos y todo desde el Amor, el amor pleno y sin condiciones y desde la honestidad y la visión superior…



De esta manera en la antigüedad los grandes líderes y jerarcas lograban con mucha disciplina la comprensión, generalmente esta práctica tenía como objetivo el poder sobre las masas, el control.



En la actualidad todos tenemos derecho a saber cómo mejorar nuestra vida, cómo transformarnos en seres de Luz y Amor, cómo sanarnos…

Este ejercicio se comienza practicando en soledad. Y cuando se lo ha dominado se puede realizar durante el acto sexual, ya que la energía sexual, la que está justamente albergada en el hueso sacro tiene un poder inconmensurable. Ahí comienza el trabajo del Tantra, la forma más veloz y poderosa de adquirir conocimiento, del que les contaré otro día.



Espero haber sido muy clara. Espero que este escrito, de escritura espontánea, dado que soy autodidacta, prefiero escribir desde mi corazón, no copiar de otros autores, esto que comparto con ustedes se me ha transmitido hace muchísimos años. He practicado durante mucho tiempo sola y también durante mucho tiempo en pareja. Soy facilitadora en este tema y con gusto, si hay interés podemos ampliarlo.



Klaudia Nellessen.